Enrique Gómez Freire, toda una vida dedicada al Nazareno de Santa María

Cuando los primeros rayos del sol asomaban cada viernes por las cristaleras de Santa María, allí estaba él dándole los buenos días a Nuestro Padre Jesús Nazareno. El mismo que una vez llegada la noche se despedía del Regidor Perpetuo de Cádiz, haciendo posible que no le faltara ni un cuidado ni ningún detalle.

Ahora Enrique Gómez Freire da un paso al lado como capiller de la Cofradía del Nazareno de Santa María, y lo hace habiéndole dedicado toda su vida a ella, ya que desde pequeño en los años 60 comenzó su vinculación como monaguillo en la corporación y en 1982 entró a formar parte como Fiscal segundo de la junta de gobierno que contaba con Francisco Manrique Romero como hermano mayor.

Tras dejar el cargo prosigue como ayudante de mayordomía de la Cofradía del Nazareno de Santa María, a la vez que coge el martillo de capataz para marcar el paso de numerosos pasos de Cádiz, entre ellos el de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Ahora ha recibido el reconocimiento de la Junta de Gobierno en nombre de los hermanos y devotos a los que con una sonrisa atendía en el mostrador de la tienda de recuerdos.

Fue en la Función del Dulce Nombre de Jesús cuando Enrique era sorprendido por el Padre Aquiles, invitándolo a subir al altar de la capilla para estar a los pies de Jesús Nazareno en el día de su onomástica para seguir de cerca la homilía en su último día de servicio a la Cofradía, recibiendo un recuerdo en forma de cuadro y el cariño de cuantas personas se acercaron a él para darle las gracias por los tantos momentos compartidos en Santa María.

Como capataz estuvo vinculado a Cigarreras, Merced, Prendimiento, Nazareno de Santa María, Sagrada Cena, Ecce Mater Tua, Mayor Dolor de Buena Muerte o la misma Virgen del Rosario, patrona de Cádiz, dejando aparcado su martillo en 2017 tras una última procesión de la Merced.

¡Gracias por tu buen hacer. Gracias por todos tus años con Jesús Nazareno y María Santísima de las Dolores, Enrique!