Crónica del Viernes de Dolores (2013)

Definitivamente el Viernes de Dolores no es un día más. Aunque no tenga el contenido litúrgico de antaño, sigue siendo una fecha marcada en el calendario de los fieles y cofrades. Durante todo el día, los templos se llenan de personas ávidas de encontrarse con los primeros pasos procesionales preparados para hacer estación de penitencia y las Hermandades apuran sus últimos cultos cuaresmales. Es la antesala de la Semana Santa.

En nuestra Cofradía, el Viernes de Dolores es uno de los días grandes del calendario y está particularmente dirigido a honrar a Nuestra Titular María Santísima de los Dolores. Desde que se abren las puertas de la Capilla, a las 8 de la mañana, y hasta las 10 de la noche, son miles las personas que han pasado ante la Madre del Nazareno para besar su bendita mano y dedicarles sus ruegos y oraciones. Desde los jóvenes alumnos de los Colegios del barrio hasta los ancianos y discapacitados, la Santísima Virgen nunca se vio sola en su Dolor por los padecimientos de su Hijo, que ya se encontraba entronizado en su paso procesional dentro de la Capilla.

El culmen se alcanzó a las 8 de la tarde, con el comienzo de la Función Solemne en Honor de María Santísima de los Dolores. Era tal la afluencia de fieles que incluso costaba mucho trabajo acceder a la Iglesia de Santa María. La Función fue presidida por nuestro queridísimo Hermano el Padre Sebastián Llanes Blanco, que vino desde Algeciras para estar junto a su Virgen de los Dolores, y concelebrada por nuestro Director Espiritual. En ella tuvimos un recuerdo muy sentido por el devoto Pedro Romero Baro, que recibió un homenaje en forma de lectura de un precioso poema que le dedicó a la Madre del Nazareno. Elevamos plegarias por el eterno descanso de tan querido hijo del Barrio de Santa María.

Al término de la Función, tuvo lugar el acto de imposición y bendición de las insignias de la Cofradía a los nuevos hermanos y, posteriormente, se impuso a la Santísima Virgen el precioso corazón traspasado bañado en oro que le ha regalado el Grupo Joven. Fue un acto sencillo pero emocionante en el que los protagonistas fueron la Madre del Nazareno y unos jóvenes que se llevan todo el año rascando eurillos con los que ofrecer algún regalo a Nuestros Titulares. Pese a su juventud, ya empiezan a ser un ejemplo para todos.

Hoy, Sábado de Pasión, ponemos fin al periodo cuaresmal y mañana recordaremos la Triunfal Entrada de Jesús el Nazareno en Jerusalén con la que se dio inicio a la Pasión y Muerte. Todo está consumado. Vivámoslo con fe y sin olvidar que los indescriptibles padecimientos de Cristo no fueron otra cosa que un sacrificio para la salvación del Hombre.