Acompaña a Jesús Sacramentado

El próximo domingo 2 de junio celebraremos una de las mayores fiestas de la Cristiandad, el Corpus Christi. Como decía el Padre Manjón, "llámanle algunos pueblos Fiesta de Dios y Día del Señor, no porque sea ésta la única que al Señor se dedica, sino porque es la principal de todas ellas. Y en tal día se adora a Nuestro Dios y Señor, sacándole en procesión por calles y plazas, no en símbolo o figura solamente, sino en su misma y propia real persona".

Es un honor acompañar a Jesús Sacramentado en este día tan especial y por ello invitamos a nuestros hermanos a asistir a la Función Pontifical Eucarística, que se celebrará en la S.I. Catedral a partir de las 9:30 horas de la mañana, y a participar en la Solemne Procesión de Corpus Christi de la Ciudad, a partir de las 10:30 horas. Acompañar al Señor por las calles de Cádiz constituye una buena muestra de nuestra fe que, sin duda, puede completarse con el honor que supone formar parte de la representación de tu Hermandad en la misma. 

Si deseas formar parte del cortejo de la Cofradía sólo tienes que enviar un correo electrónico a la Secretaría (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.), recordándote que deberás vestir traje oscuro, además de corbata en el caso de los hombres, y portar la medalla de la Hermandad. 

Además, te informamos de que el Consejo Local de Hermandades y Cofradía ha organizado para este viernes, a partir de las 20:30 horas en la Iglesia de Santiago, un acto de adoración al Santísimo Sacramento con motivo del Año de la Fe. Las distintas Hermandades y Cofradías se encargarán de su animación en tramos de una hora, correspondiendo a la nuestra el tramo comprendido entre las 23:30 y las 0:30 horas. Tienes más información de este acto en la siguiente noticia.

Concluimos con este hermoso canto a Jesús Sacramentado obra del ilustre D. José María Pemán:

Dios estuvo en los bosques como un sordo terror. 

Dios caminó en los ríos con sandalias de luz. 

Luego. como en la entrega de un absoluto Amor,

Dios estuvo en la Cruz. 

Pero no le bastaba ... 
Quiso estar como pan, como alimento. Como vida total: 

en la frontera, de esa indecisa claridad primera  

donde el Amor parece pensamiento.
Y así -¡terrible intento!- tras el Amor creador que daba vida,  

vino el Amor del anonadamiento: 
el quedarse escondida la luz en el racimo y en el pan.