El Dulce Nombre de Jesús Nazareno

"Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y en el infierno, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre".

Este pasaje bíblico del Libro de los Filipenses (2: 8-11) es la razón principal de que los cristianos adoremos el nombre de Jesús, que proviene del hebreo Yehosuá, que significa Salvador. La Festividad del Dulce Nombre de Jesús está muy vinculada a la Orden Franciscana y, en particular, a San Bernardino de Siena, quien en el siglo XIV predicaba portando una tabla con las letras IHS, que no era otra cosa que la representación del nombre de Jesús en griego ("Ihesus").

Como fiesta litúrgica, el Dulce Nombre fue introducido en el siglo XVI, concretamente en 1530, cuando el Papa Clemente VII concedió por vez primera a la Orden Franciscana la celebración del Oficio del Dulce Nombre de Jesús.

Concluimos este pequeño resumen de la historia de la Fiesta citando una parte del hermosísimo elogio que cantaba San Bernardino de Siena al Nombre de Jesús: 

"Éste es aquel santísimo nombre anhelado por los patriarcas, esperado con ansiedad, demandado con gemidos, invocado con suspiros, requerido con lágrimas, donado al llegar la plenitud de la gracia. No pienses en un nombre de poder, menos en uno de venganza, sino de salvación. Su nombre es misericordia, es perdón. Que el nombre de Jesús resuene en mis oídos, porque su voz es dulce y su rostro bello". 

A continuación te ofrecemos unas imágenes del hermoso altar elaborado por la Mayordomía de la Hermandad para la celebración del que es el primer culto anual de la Cofradía.

Fotos: Jesús M. López - Trekant Media