Un viernes de Quinario repleto de emociones

No hay un viernes que falten los fieles en Santa María pero si se trata de un viernes de Cuaresma y, para más inri, coincide con la celebración del Solemne Quinario en honor de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la asistencia de devotos adquiere tintes multitudinarios. Miles de personas pasaron por el templo concepcionistas para disfrutar de la extraordinaria estampa de Nuestros Titulares en el altar efímero creado para este Quinario. 

Iluminado por 20 parejas de candelabros, Nuestro Padre Jesús Nazareno se eleva en toda su majestad bajo el tradicional dosel centrado por el artístico medallón que conforma el escudo de la Cofradía que perteneciera al antiguo paso del Regidor Perpetuo. A sus pies, como siempre, Santa María Magdalena, rogándole por todos nosotros. Finalmente, a ambos lados y a un segundo nivel, María Santísima de los Dolores y San Juan Evangelista. El conjunto se encuentra adornado por jarrones florales con profusión de claveles y lirios.

Durante todo el día de ayer se sucedieron las visitas de los fieles y devotos, si bien fue in crescendo a medida que se acercaba la hora de las 8 de la tarde, cuando comenzaría la Función correspondiente al cuarto día de este Solemne Quinario. Contamos con muy destacadas compañías, como la de la Señora Madre del Rvdo. D. José Antonio Medina, venida de su Argentina natal, o la de nuestro querido hermano y amigo D. Ramón Sánchez Heredia, Hermano Mayor de la Archicofradía de Nuestro Padre Jesús del Ecce-Homo.

La Función se desarrolló con absoluta tranquilidad y devoción. El Padre José Antonio Medina, Predicador de este Quinario, resaltó en su homilía la fuerza de la Cruz como instrumento de salvación y vida. Cristo murió y nos salvó en la Cruz y es por ello que nunca debemos obviar la importancia del leño sagrado como símbolo del sacrificio de Cristo y como camino de Resurrección. Destacar, por último, el acompañamiento musical de esta jornada del Quinario, que supuso el estreno del Coro Nova Música en unos cultos de la Cofradía, demostrando en todo momento la excepcional calidad que atesora este conjunto de voces. 

Antes de concluir la Función, se procedió, como estaba previsto, a la entrega de diplomas conmemorativos a los hermanos y hermanos que han cumplido al menos 25 años como miembros de la Cofradía y que lo solicitaron en el plazo habilitado a tal fin. Resultaba emocionante ver a personas de todas las edades y circunstancias pasando a recoger emocionadas ese diplomas que les reconoce como verdaderos servidores de Jesús Nazareno y la Santísima Virgen de los Dolores.

La Eucaristía concluyó con la alegría de saber de boca del propio protagonista que el Padre José Antonio Medina, Vicario Parroquial de la de Nuestra Señora de la Merced y Predicador de este Quinario, tiene el deseo de hacerse hermano de nuestra Cofradía. Sin duda, será un inmenso honor tenerle entre nosotros.

Para concluir una jornada intensísima de alegrías y emociones, se celebró el concierto de marchas procesionales interpretadas a cuerda y púa, a cargo del Grupo Rondó Gaditano. La Iglesia de Santa María estaba repleta para acoger un original concierto que deleitó al público presente por la interpretación de conocidas marchas procesionales a partir de diversos instrumentos de cuerda. Para darle mayor realce y solemnidad, el queridísimo cofrade y periodista gaditano Juan Manzorro Burguillo puso la voz y cautivó a los presentes con sus palabras repletas de amor y sentimiento. 

Además, el concierto sirvió también para la presentación del cartel cuaresmal editado por el fotógrafo cofrade gaditano Manuel de los Ríos Pecino, que recoge una excepcional imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Catedral al fondo, lo que nos recuerda que el Jueves Santo está cada vez más cerca.