VÍDEO | San Francisco despidió con emoción al Nazareno

Nuestro Padre Jesús Nazareno volvió a su Casa de Santa María después de una jornada hermosísima y radiante en la que la Cofradía volvió a sus orígenes, a ese Convento de San Francisco que es Madre y Maestro de las Cofradías gaditanas. 

Tras una intensa mañana en la que los Padres Franciscanos compartieron con los fieles el rezo de las Laudes, el Santo Rosario y la Coronilla de la Divina Misericordia, así como una Eucaristía ante las Imágenes del Nazareno y del Cristo de la Vera-Cruz, por la tarde celebramos la Santa Misa que nos permitió ganar la Indulgencia Plenaria concedida por el Jubileo de la Hermandad de la Vera-Cruz. Se trató de una preciosa Eucaristía a la que asistieron casi en pleno las Juntas de Gobierno de las dos Hermandades así como un numerosísimo grupo de hermanos de ambas Corporaciones y fieles en general. El acompañamiento musical corrió a cargo del organista José Manuel Caramés Agrafojo y del cantaor de Santa María Juan Romero Carril con la guitarra de "El Niño de la Leo".

Al final de la Santa Misa, ambas Cofradías compartieron regalos, destacando, por parte de la Vera-Cruz, el diploma acreditativo de la obtención del Jubileo por parte de nuestra Hermandad, el Documento-Custodia de la Imagen por parte de la Comunidad Franciscana y la Hermandad de la Vera-Cruz así como el cirio votivo que acompañó a Nuestra Señora de la Soledad el pasado Lunes Santo y que llevaba la Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, en homenaje por el IV centenario de su llegada a Santa María. Por su parte, nuestro Hermano Mayor entregó un cuadro conmemorativo a la Comunidad Franciscana y una placa de recuerdo del IV Centenario a la Cofradía de la Vera-Cruz.

Tras la visita a Nuestra Señora de la Soledad, siempre bellísima en el altar del Santísimo Cristo, el cortejo jubilar de la Cofradía se puso en marcha para iniciar el camino de retorno a Santa María. Como último regalo de la Hermandad de la Vera-Cruz, el Coro Virgen del Carmen despidió a Jesús cantándole la preciosa Saeta que compusiera Joan Manuel Serrat.

Así se puso fin a una visita jubilar que quedará toda la vida en nuestras retinas. El tiempo nos hará ser aún más conscientes de la importancia histórica y emocional de estos dos días en los que la Cofradía volvió a la Casa donde nació y donde empezó a dar testimonio público de fe en Jesús con la Cruz a Cuestas. 

Jesús Nazareno ya está en Santa María, en su barrio y con su gente. Dentro de seis días volverá a salir al encuentro de los gaditanos para recordar que Él siempre está con su pueblo, con su barrio, con su gente. 400 años en Santa María y una eternidad en nuestros corazones.